En su travestismo no existe el engendro de exageración casi paródico que es propio de la cultura drag. Su modelo Bancal el gobernante de casa virtuosa, convertida en el ángel de un hogar satisfecho de electrodomésticos en los albores de la sociedad de consumo y la amenaza nuclear. Su maniquí Cuadro Deborah Kerr y no Bettie Page.Aquí compartir